La enfermedad de Crohn es una de las dos principales enfermedades inflamatorias crónicas del intestino junto con la colitis ulcerosa. Se considera rara por su baja prevalencia, con 140 casos por cada 100.000 habitantes. Es interesante observar que la enfermedad está particularmente presente en los países industrializados (Europa, América del Norte).
Las causas de la enfermedad de Crohn
El origen de la enfermedad de Crohn es todavía poco conocido. Se cree que la aparición de los primeros síntomas es el resultado de factores genéticos y ambientales. Sin embargo, se sabe que la inflamación del tracto digestivo está relacionada con la hiperactividad del sistema inmunológico.
Muchos estímulos, como las bacterias o los virus, pueden ser responsables de esta respuesta desproporcionada del sistema inmunológico. De hecho, muchos microorganismos no patógenos presentes en el intestino son, en este caso, reconocidos como una amenaza potencial e inducen una respuesta inmunológica. También se sabe que factores como el tabaco y el estrés son factores ambientales que favorecen la aparición de enfermedades.
Desde el punto de vista genético, se ha demostrado que entre el 8 y el 10% de las personas con la enfermedad tienen uno o más parientes que también la padecen. Sin embargo, los genes responsables son poco conocidos. Una mutación del gen NOD2/CARD15 aumentaría el riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn en un factor de 40.
Se sabe que este gen está involucrado en el reconocimiento y la respuesta del cuerpo a las bacterias del tracto digestivo. Por consiguiente, este cambio en la interacción favorecería la aparición de las reacciones inflamatorias responsables de la enfermedad.
Diagnóstico de la enfermedad de Crohn
No hay una forma simple e inmediata de diagnosticar la enfermedad de Crohn. Para hacer tal diagnóstico, es necesario eliminar otras causas que puedan explicar los síntomas observados. Esto se llama diagnóstico diferencial.
La enfermedad de Crohn aparece regularmente en forma de diarrea aguda. Sólo pruebas adicionales de heces pueden determinar que es la enfermedad de Crohn. Además del examen clínico clásico del paciente (antecedentes familiares, dieta y entorno), se requieren otras pruebas. Un análisis de sangre puede detectar la anemia y medir los marcadores de una posible reacción inflamatoria (gran número de glóbulos blancos, proteína C reactiva, etc.).
También será necesario un examen visual completo del tracto gastrointestinal (endoscopia) para diagnosticar la enfermedad. Hay dos tipos: colonoscopia o endoscopia del tracto digestivo superior. La colonoscopia es la técnica más utilizada. Se utiliza para identificar la inflamación, hemorragia o úlceras en el revestimiento del colon. Además de este examen visual, se puede considerar la posibilidad de realizar una biopsia (extracción y análisis de tejido del tracto digestivo) para confirmar el diagnóstico.