Siga estos simples consejos para hacer sabrosas mermeladas caseras. Su preparación es muy fácil y lo pueden hacer con toda la familia:
Cómo preparar mermelada en casa
- Esterilice los tarros. Para ello, lávelos con agua muy caliente y jabón. Aclárelos bien y colóquelos en una bandeja de horno para que se sequen completamente.
- Elija fruta madura pero no blanda. Utilice la fruta cuando esté en su mejor momento. Estará en su mejor momento, también será más barata y saldrá más delicioso.
- Es muy importante que cocine la fruta hasta que esté blanda antes de añadir el azúcar.
- Asegúrese de utilizar el azúcar adecuado: mermelada/conserva/azúcar granulado.
- El uso de una sonda de temperatura puede proporcionar una lectura más precisa que un termómetro de azúcar.
- Tenga cuatro o cinco platillos en el congelador o el frigorífico, listos para realizar múltiples pruebas de platillos a intervalos regulares cuando crea que su mermelada está casi lista.
- Prueba de los platillos para una buena cuajada: Cuando la mermelada esté hirviendo rápidamente y creas que está lista para el bote, saca un platillo del congelador y deja caer una pequeña cucharada sobre él. Deje que se enfríe durante un minuto y, a continuación, pase el dedo por la mermelada; si se arruga es que está lista; si no, deje hervir unos minutos más. Siga probando hasta que esté lista.
- Al reciclar los tarros de conservas de mermelada, es posible reutilizar una tapa siempre que se ajuste bien y no tenga restos o mancha de su contenido anterior.
- No coloque las etiquetas hasta que la mermelada esté fría: el calor impedirá que se peguen correctamente.
- Si las cosas van mal: si la mermelada no se ha cuajado después de enfriarse y encapsularse, vuélvela a echar en el cazo y vuelve a hervir, añadiendo el zumo de un limón pequeño o una bolsita de pectina.